- Quiero la mejor habitación que tenga.
- Aquí tiene. Habitación 203. Son 100€.
El rumano le entrega los 100€ y sube a su habitación.
El recepcionista, con la pasta en la mano, corre desesperado a ver al charcutero del pueblo.
- Toma, los 100€ que te debo en embutidos.
- Fantástico. Me vienen muy bien. Contesta el charcutero.
El charcutero vuela, en cuanto se va el recepcionista, a ver a su abogado, al cual debe 100€.
- Aquí tienes los 100€ que te debo de las gestiones que me hiciste.
- Gracias. Dice el abogado que, raudo, se va a ver a una trabajadora social, de esas que toda la vida se han llamado "lumis".
- Hola preciosa. Aquí tienes los 100€ que te debo de los trabajitos del otro día.
La lumi, trinca los 100€ y pone los pies en "polvo-rosa" para pagar 100€ que le debía al recepcionista del hotel por el alquiler de las habitaciones en las que normalmente trabajaba.
-Aquí tienes los 100€.
- Gracias. Que sepas que es la última vez que te fio. Dice el recepcionista.
Al rato, aparece el rumano en la recepción, y solicita al recepcionista, la devolución del dinero de la habitación, alegando que estaba sucia y olía mal.
El recepcionista le devuelve la pasta, y el rumano se va en busca de otro hotel donde solucionar la crisis.
Al comienzo del relato, todos tienen una deuda de 100€. Al final, todos están contentos, por haberla saldado.
No entiendo nada. Solucionar la crisis está chupao.
Mi primo.
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